domingo, 17 de mayo de 2015

DCDS 2015 v2. Día 10: Símbolos

Diario de Campaña desde el Sur 2015 versión 2. Día 10: símbolos

El próximo domingo estaremos votando. Quizá a las 10 algunos estén también botando. Incluso es posible que en algunos sitios hayan botado a algunos. La cosa es que siete días antes he decidido hablar de símbolos. Porque la campaña está llena de simbología. Y porque a mi se me apetecía hoy tocar ese tema, que al fin y al cabo, este Diario de Campaña es mío.

Carteles: que vote el perro
Uno de los símbolos más visibles de cualquier campaña son los carteles electorales. Las habituales críticas se suelen centrar en el rejuvenecimiento de los candidatos. En nuestro caso, la única candidata que tiene que disimular arrugas es Teófila y, ciertamente, la foto no es la más favorecedora. Por mucho Photoshop que le han metido, se observa cierto aire cansado e incluso inquietante. Le han cogido el perfil malo, como a Julio Iglesias.

Entre los demás, Dorao sale en el cartel con una camisa de Cortefiel que seguro que no es la más cara de su armario y el Kichi con su barba de cuatro días que tanto éxito tiene entre el sector femenino -y no de derechas. Para mi el gran hallazgo era el cartel de Mocedades, ese invento de Ganar Cádiz en común para dar una imagen grupal, aunque algún maledicente piense que era la forma de sacar a Antonio Vergara en la foto.

Pero, todo eso quedó superado para mi ayer cuando vi el cartel de PACMA. Debe ser que yo no tengo mascota pero esa idea de pedir el voto con un beso al perro me dejó atónito. Además ese eslogan: su voz, tu voto. Si a mi me cuesta mucho decidirme por un partido u otro, lo que me faltaba era que el perro también opinara sobre mi voto.

Eslóganes: ni un paso atrás
Hablando de eslóganes ayer en twitter Juan Manzorro dijo que no le gustaba el mensaje de Ganar Cádiz en común cuando preguntaba si hay algo más importante que recuperar la alegría. El vejeriego decía que había cosas más importantes y Martín Vila le respondió con el enlace al programa completo. Todo muy correcto que ni Juan ni Martin se caracterizan, precisamente, por generar enemistades sino más bien por todo lo contrario.

A mi esa idea de plantear una campaña en positivo para "Recuperar la alegría" me gusta, aunque muchas veces el tono de sus intervenciones sirvan más para recuperar el sueño que la alegría. La paradoja me sucede también con el PSOE. Lo de Gobernar para la mayoría es complicado sobre todo si no son las listas más votadas. Ya sé que el eslogan no obliga pero ¿cómo gobernar para la mayoría si no te ha votado la mayoría? Lo mismo puede decirse de Ciudadanos. Si Cádiz pide cambio ¿se le puede dar el apoyo a Teófila el día 25 de mayo?

Mi preferido es el de Por Cádiz sí se puede. Una ciudad para su gente. Es lo mismo que no decir nada, pero suena bien. Me parece curioso el del Partido Popular. Eso de para no volver atrás es inquietante. Porque, aunque lo dijera Juan Carlos en Los Yesterdays nadie en su sano juicio se propone desoterrar la vía del tren. Ni echar abajo el segundo puente aunque muchos no lo habríamos empezado.

Ahora bien, lo de volver atrás alcanza otro valor si miramos ciertos datos. Por ejemplo los de El Español que muestran que en sólo cuatro años Cádiz ha perdido un 2,52% en habitantes y su deuda por habitante casi se ha duplicado (un 92,71% más). Pero si el punto de comparación son los veinte años de Teofilato hay que considerar que Cádiz tiene 30.000 habitantes menos y 2.000 parados más. A lo mejor dar algunos pasos atrás para coger impulso no está mal del todo.

La moda: las camisetas
Odio las camisetas de los partidos políticos. Lo siento mucho, me gustaría que me gustasen, pero no. Las odio. Eso de ver un mitin, concentración, reparto de propaganda o lo que sea y encontrarte a un grupo uniformado con camisetas de un color me repele. Las camisetas moradas de Podemos, las de la G de Ganar Cádiz en Común, rojas del PSOE -no voy a decir la maldad de que es lo único rojo que les queda-, las naranja de Ciudadanos. Bueno, menos en Cádiz que los de Ciudadanos no se ponen camisetas, ellos son de camisa clara y pantalón de pinzas. Y en los actos importantes de chaqueta y corbata.

Me dan especial mal rollo cuando se presentan en un acto no de partido. Quizá sea exceso de celo mío pero me recuerdan las camisas negras de Mussolini o las camisas azules de Franco. En eso me gustaba el PP. Sin camisetas ni pamplinas. A los del PP se les debe distinguir por otra cosa, los pendientes de perlita en ellas, los relojes caros en ellos. Pero claro, para romper esto llegó León de la Riva que cometió una doble atrocidad. Usar camiseta de partido y, además, PONÉRSELA SOBRE LA CAMISA.

El símbolo que puede caer: Madrid
Como capital, Madrid es el símbolo de España. Y también, por qué no decirlo, de una forma de actuar en la vida y de hacer política que se ha manejado a su antojo durante las últimas dos décadas, si no, más. La Operación Púnica lo confirmaba. Mientras que el PP estaba recortando, un grupo de dirigentes políticos continuaban el saqueo de las arcas públicas.

En cualquier caso, gobernar Madrid es un símbolo. Más aún en estas elecciones en las que los principales contendientes son dos ejemplares absolutamente opuestos. La mujer que albergó la corrupción y la jueza que la combatió. Una Condesa y una abogada laboralista. Por eso la noticia que ayer adelantaba El País de un empate técnico en las encuestas es especialmente simbólica. Habrá que ver si se concreta. Y si se concreta, habrá que agradecerle al PSOE el servicio prestada para el cambio poniendo como candidato a alguien como Antonio Manuel Carmona.

Los símbolos del año: las letras y el dedito
No podemos terminar un repaso sobre símbolos sin hablar de los dos símbolos estrella de esta campaña, las letras y el dedito de Facebook. Lo de las letras levantó un tremendo revuelo cuando empezamos a ver escrito el VOTA TEÓFILA por distintas zonas de Cádiz, pero la cosa se va normalizando. A mi, sinceramente, nunca me molestaron. Casi que coincido con la visión teofilista de que son una campaña limpia, barata y original. Lo que sí que pediría es que antes de quitarlas el viernes que viene me dejaran cinco minutos con las letras porque cuando las veo me invitan a moverlas y escribir palabras imposibles. VETO FILA. AFILATE. VOTA FEA. VITO FLATO.

El otro éxito simbológico de la campaña teofilista son los deditos de Facebook. A mi me cuesta creer que Facebook no tenga registrado el dedo así que les habrá costado un pastón en copyright. Pero está curioso ver los selfies de la gente con el dedito hacia ariba. Yo los miro todos y los guardo en mi memoria. Por si acaso.

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