El primer lunes de campaña sirvió para que tres candidatos celebrasen el debate. Eran todos los que estaban pero no estaban todos los que eran. En este tiempo de cambio en el que lo nuevo no termina de llegar y lo viejo se resiste a irse ayer vivimos otra muestra de la vieja y la nueva política.
Teresa Rodríguez en foto de diariobahiadecadiz.com |
En la vieja política los debates los protagonizan los partidos representados en la Cámara. Sin embargo, en estos nuevos tiempos, el debate resultó vacío faltando uno (o dos) de los grandes protagonistas de la campaña. Resulta absurdo debatir sobre el futuro de Andalucía y contraponer propuestas sin una candidata a la que las encuestas le otorgan casi un 20% de los votos y sí con uno que parece que se quedará en el 5%.
Por las redes circularon fotos de Teresa Rodríguez siguiendo el debate. Según parece hoy hará un Pabloiglesias y, aunque no sea en el Ritz, convocará un contradebate. Ciertamente, los tres candidatos se lo tupieron taaaan fácil que, probablemente, lo mejor para las aspiraciones de Podemos haya sido no aparecer en el debate.
La bronca: UPyD contra Ciudatans
Cuando Rivera y Díez querían llevarse bien. Foto de La Vanguardia |
Al final, lo que parece claro es que las formas del partido de la exconsejera del Gobierno vasco han perjudicado su ascenso y han allanado el camino al nacimiento de la marca blanca del PP. O marca naranja, en este caso. Su exponencial crecimiento se verá reflejado en Andalucía donde, por cierto, tienen un imputado en Arcos y gobiernan en Sanlucar con el PSOE. Lo mejor que les puede pasar es que la gente no los conozca.
Los protagonistas: los hijos de Moreno Bonilla
El padre de Susana Díaz |
En esta línea de americanización de la campaña los protagonistas de ayer fueron los hijos del candidato del PP que, según parece, van a la enseñanza privada. El PSOE cargó contra este hecho como si sorprendieran de algo. Como si en su partido no hubiera algún candidato a alguna capital de provincia que tiene a sus hijos en la concertada. La respuesta del PP fue tirar de la Ley de Protección de Datos. Todo muy moderno. Pero de las cifras de paro, nada de nada. Ni del dominó.
La frase: Me gustaría verlos un año trabajando fuera de la política
Circula por internet una foto en la que un supuesto Antonio Maíllo aguanta el paraguas de Moreno Bonilla y Susana Díaz. La verdad que el papel del líder de Izquierda Unida en el debate fue bastante difícil.Tampoco su tono y su aparente falta de convicción sirvieron para afianzar su papel. Es decir, para contribuir a evitar el descalabro que parece que le espera a su coalición el 22M.
Con todo, la frase del debate fue la suya cuando recomendó a ambos candidatos trabajar un año fuera de la política. "¿Traba qué?" dicen que pensó Susana Díaz. Moreno Bonilla no se atrevió a decir nada hasta no consultarlo con sus asesores.
Por curriculum está claro que Maíllo está más próximo a la ciudadanía que los dos animales de partido contra los que se confrontó. Pero, precisamente por eso, pareció perdido hablando del Tratado de Libre Comercio y del artículo 135 de la Constitución, dos cuestiones muy relevantes y que muestran la cercanía real del PP y del PSOE, pero que no calan en la ciudadanía.
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