lunes, 14 de enero de 2013

On air: La crisis del deporte en Cádiz

Esta foto de Eulogio García es de esas que me encanta
colgar cada vez que puedo. Al menos garantiza unas risas.

La semana pasada se anunció de nuevo la apertura de la piscina de Astilleros para mañana. A día de hoy aún no sé sabe si esta vez será la buena. Si no lo es, no será sorpresa porque la gestión deportiva municipal es un auténtico desastre. A este tema le dediqué mi columna del jueves que cuelgo con un poco de retraso.

La pésima última etapa del Teofilato no sólo se plasma en las cuestiones fundamentales para la ciudad como la vivienda y el empleo. También se manifiesta en cuestiones más cotidianas en cuya gestión el equipo de gobierno ha incurrido en una dejadez alarmante. Es el caso del deporte.
El deporte profesional y semiprofesional es un auténtico páramo en la ciudad. Cádiz es de las pocas capitales de provincia que no tiene ningún equipo en las dos primeras categorías de las principales competiciones disputadas en España. En ese caso se pueden repartir las responsabilidades entre la falta de compromiso municipal y la ausencia de tejido económico que financie esos clubes.
Lo que sí es únicamente responsabilidad del equipo de gobierno es su gestión. La dejadez se ha instalado de tal forma en los responsables municipales del deporte que nos encontramos con que el principal pabellón, el Ciudad de Cádiz, no abre un día porque nadie tiene las llaves. Y el último golpe lo han dado con las tasas.
Después está lo de las tasas. Este año se han incrementado en un 25 por ciento de media. Parece que se pretende que los que practican deporte paguen los excesos financieros municipales del Bicentenario y Onda Cádiz. Todo ello para hacer deporte eninstalaciones públicas descuidadas.
Ya he reiterado en varias ocasiones el pobre estado de conservación de las instalaciones deportivas municipales. Las goteras son muestra común en casi todas las pistas deportivas. No sólo en las más antiguas como el Gadir o el Ciudad de Cádiz sino también en obras recién estrenadas como el Náutico o el pabellón del Casco Antiguo. Eso por no hablar de las obras que se eternizan en el tiempo. Saber cuándo se inaugurará el pabellón Portillo entra dentro de los grandes misterios del universo.
Algo parecido a lo que sucede con la piscina de Astilleros. Esta semana se ha vuelto a anunciar su apertura en esta ocasión para el 15 de enero. Para hacer un poco de memoria conviene recordar que esta instalación ya fue anunciada para mayo de 2007 (coincidiendo con unas elecciones municipales), para verano de 2008, para principios de 2010 y para mayo de 2011 (coincidiendo con otras elecciones municipales). En aquellaocasión incluso se permitió la inscripción de usuarios. En mayo de 2011 casi 200 personas se habían inscrito, pero no han podido utilizar aquella piscina. En octubre de 2012 volvió a anunciarse su apertura pero tampoco fue. Ahora el 15 de enero. La credibilidad del anuncio es mínima. Pero siempre podremosrecordar que la piscina sirvió para ver aquella foto de Teófila nadando a braza en una piscina vacía.

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