jueves, 20 de septiembre de 2012

On air: Protestas criminales

Gallardón quiere que nos callemos.
Foto: notitiacriminis.com
La columna de esta semana en el Hoy por Hoy Cádiz es una denuncia ante la derechización programada a la que el PP está sometiendo a España. No sólo en lo económico, también en lo social, moral y jurídico. Ejemplos hay muchos pero el punto culminante es el populista Código Penal impulsado por Gallardón.


La penosa situación de la economía española aupó a Mariano Rajoy al poder con el respaldo de once millones de votos. Nueve meses después de su llegada a La Moncloa, la economía no mejora, sino más bien al contrario. El paro ha crecido y ahora hay que pagar más por los medicamentos, el pan y hasta por morirse. Sin embargo, en este tiempo el Partido Popular ha aprovechado su mayoría absoluta para orquestar una acción de retroceso en los derechos y garantías de nuestro sistema. Y no me refiero sólo a los derechos prestacionales como la sanidad o la educación cuya retroacción encuentra fundamento económico en las fallidas teorías neoliberales de la austeridad. También me refiero a esos derechos que no tienen valor económico pero que van siendo arrebatados poco a poco.
Ejemplos tenemos en la radio pública española suprimiendo programas de notable audiencia o en la televisión enchufando a la esposa de un ministro mientras que se prescinde de colaboradores más progresistas. Los anuncios en torno al aborto, la educación para la ciudadanía o los colegios que segregan entre niños y niñas nos conducen a una España que creíamos superada en nuestro proceso de acercamiento a Europa.
Un nuevo paso en este camino es el proyecto presentado por el ministro Gallardón para reforma del Código Penal. A falta de su aprobación en el Parlamento, el texto inicial resulta alarmante. Cadena perpetua revisable, custodia de seguridad,… reformas que poco tienen que ver con la realidad penal de nuestro país y sí con la alarma que crean determinados programas. Reformas para casos concretos, para dar respuesta a Bretón, Mari Luz o Marta del Castillo cuando nada le devolverá la vida a esos menores. Gallardón ha diseñado una reforma penal que responde mejor a las inquietudes de Ana Rosa o Espejo Público que a la de los Tribunales.
Muestra del alejamiento de la realidad es la ausencia de un replanteamiento de las penas en relación con los grandes defraudadores y demás delincuentes de cuello blanco. A pesar de los abusos que nos han conducido a la crisis, la reforma penal no afronta esta criminalidad.
Sí que afronta, en cambio, el fenómeno de la protesta ciudadana con un endurecimiento en su tratamiento penal. El PP sabe que su política de desmantelamiento del Estado del Bienestar supondrá contestación social y frente a ello planta el Código Penal como dique de contención. Tiempo antiguos que vuelven. Aunque siempre hay avanzados. Visionarios como el simpar Ignacio Romaní que mandó a la Policía Local a multar a los funcionarios municipales que protestaban. Lástima para el efervescente Teniente de Alcaldesa que no estuviera aprobado ya el Código Penal de Gallardón, porque los habría mandado al calabozo sin despeinarse.

3 comentarios:

  1. Siento tener que mostrar mi total disconformidad con algunos de los puntos que se tratan en el artículo. En primer lugar, llamar "desmantelamiento del Estado de Bienestar" a la política del Partido Popular me parece, cuanto menos, bochornoso. Yo encuadraría estas políticas, más bien, en aquellas tomadas bajo estricto ejercicio de responsabilidad, sabiendo que hemos gastado lo que no teníamos y que ahora toca apretarse el cinturón y optar por políticas de ajuste. Lo contrario sería optar por el suicidio económico, político y social del Estado.

    También es verdad que ya se podían haber adoptado políticas encaminadas a combatir el fraude fiscal o haber metido la tijera en muchas de las administraciones que sobran en nuestro país (ya sean diputaciones, mancomunidades de municipios, empresas públicas etc)

    Otra cuestión es la mejoría de la economía, a nueve meses de la llegada de Rajoy a La Moncloa. ¿Cómo va a arreglar un partido en nueve meses el desaguisado político y económico de otro que ha gobernado durante (casi) ocho años? Me parece también una precipitación y una falta de respeto a un gobierno que ha obtenido el respaldo mayoritario de la sociedad española.

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  2. Pues yo no siento nada tener que mostrar mi disconformidad con mi contertulio "Anónimo", cosas de la democracia, eso sí agradeciéndole su sereno talente discrepante.

    Desde mi punto de vista no encuentro bochornosas ninguna de las palabras del Sr. Diego Boza, todo lo contrario, las estimo muy sensatas, razonables y fundamentadas.
    Y me hace gracia el vacío informativo que crea cuando utiliza el plural para aseverar que "hemos gastado lo que no teníamos", pero ¿quiénes?, ¿desde qué momento?, ¿tal vez alguna burbuja inmobiliaria en tiempos de Aznar de la España-va-bien?, ¿son nuestros gobiernos responsables ahora y antes no?, ¿les podremos entonces pedir responsabilidades civiles o incluso penales?, etc.

    Coincido plenamente con el Sr. Boza en que el populismo no se puede instalar en el ordenamiento jurídico español.

    Personalmente no creo que sobren administraciones en nuestro país, sino políticos incompetentes y corruptos, y sobre todo tanto nepotismo clientelar.

    Y recordarle al Sr. Anónimo que no solo este último sino hasta la fecha, y que se sepa, todos los gobiernos democráticos lo han sido por el respaldo mayoritario (simple o absoluto) de la sociedad española, por lo que todos deberían tener la misma consideración respetuosa. Y si quiere otro día hablamos del cumplimiento del programa electoral.

    Saludos afectuosos.

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  3. Estimados Anónimo, (aunque ya no tan anónimo) y Juan García.
    Mi planteamiento está más cerca del de Juan que del primer comentario.
    Yo sí creo que el Partido Popular está desmantelando el Estado del Bienestar porque ante la situación económica ha realizado una apuesta muy clara por un determinado camino, el de cargar los problemas en las cuentas de los ciudadanos y no en las de las grandes multinacionales, los poderes económicos o las rentas más altas.
    Lo de mejorar la economía en nueve meses es discutible. Es más, yo creo que es imposible. Pero también lo creía cuando Rajoy estaba en campaña electoral y anunciaba que su simple advenimiento llegaría la confianza de los mercados hacia España. Creo que a los políticos hay que exigirles según sus promesas y las promesas de Rajoy se han visto absolutamente incumplidas. Y, sinceramente, me sirve de poco eso de la herencia recibida y las cuentas que no conocían porque la mayor parte de las CC.AA. están gobernadas por su partido y sabían cómo estaban las cosas.
    Un saludo y gracias por los comentarios.

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