jueves, 7 de junio de 2012

On air: Hipocresía cadista


Teófila es del Cádiz desde pequeñita.
Foto: lavozdigital.es

No me gusta dedicarle mis columnas al Cádiz Club de Fútbol. Me encanta hablar y escribir de fútbol, pero trato de evitar hacerlo en mis columnas de Radio Cádiz porque allí hay gente como Ignacio de la Varga o Julio Camacho que opinan y muy bien de fútbol. Además, cuando hablo del Cádiz me sale la única pasión verdadera que tengo. Esta semana he hecho una excepción, pero no ha sido para hablar de fútbol. O sí. Pero en su relación con la política municipal. Porque el fútbol ya no da votos.

Cuando vivía en Venezuela lo primero que hacía
era mirar en el Marca el resultado del Cádiz
Foto: portalcadista.com
Por eso, cada vez que puede, se hace una foto
con la camiseta del Cádiz
Foto de Eulogio García Romero
En política la hipocresía es elemento habitual. Eso de decir una cosa y haber hecho, estar haciendo o pensar hacer otra distinta es práctica común entre los que nos mandan. Lo hace Rubalcaba cuando habla del IBI de la Iglesia o Cabaña cuando habla de tejemanejes internos en su partido.  
Pero en este caso me quedo con la nueva vuelta de tuerca en las relaciones entre Teófila y Muñoz que no es lo mismo, aunque lo parece, que el Ayuntamiento de Cádiz y el Cádiz Club de Fútbol. Que a Teófila le molesta Antonio Muñoz es algo público y notorio. Al menos, tan público y tan notorio como para que haya llegado a los oídos de alguien como yo que apenas tiene contactos ni fuentes. Teófila orquestó el aterrizaje de Baldasano y aquel fracaso ha marcado, sin lugar a dudas, sus relaciones.  
Porque Antonio Muñoz, en nombre del Cádiz ha tenido vía libre en San Juan de Dios. La fundación Cádiz Club de Fútbol creada para recibir subvenciones municipales y mantener a la cantera, en realidad, era una vía de financiación de la empresa de Antonio Muñoz mientras que la cantera se iba muriendo. Pero la financiación municipal del Cádiz también venía por vía pasiva, mediante la exención de impuestos y la falta de pago de la luz y el agua. Mientras que a cualquiera que no paga la luz en dos meses se la cortan, Antonio Muñoz en una de sus sociedades no la paga nunca.
Foto cadistasfinos.com 
 
 
Todo esto no empezó ayer. Todo esto lleva años pasando. Pero desde que Muñoz ha roto la baraja y ha atacado a Teófila se le ha acabado su bula en San Juan de Dios y el inmenso gabinete de prensa del teofilismo ha comenzado a esparcir la porquería sobre Muñoz. Como lo del Estadio, a pesar de que es uno de esos temas en los que el teofilismo debería estar callado porque lleva diez años enfrascado con su reforma y porque, a pesar de la oposición generalizada, la inversión en la Tribuna se ha comido el resto de inversiones municipales. ¿Cuántas contraportadas del Ese Cádiz oe hemos visto con la propaganda de que el Ayuntamiento construye un nuevo estadio para los gaditano? Pues ahora los que hacían la publicidad dicen que, en realidad, el Estadio se lo hacían a Muñoz.  
Ya he dicho en varias ocasiones que soy cadista practicante. Pero antes de eso soy ciudadano y entiendo perfectamente que a Muñoz hay que cerrarle el grifo, siempre que el Ayuntamiento cumpla con lo firmado. No tiene sentido que no pague la luz y que cuente con beneficios y una subvención municipal continua. Tampoco tenía sentido antes. Pero antes el Cádiz era un buen medio de más propaganda para la mujer que rige los destinos de la ciudad y, como siempre, el dinero para su propaganda ha salido de las arcas municipales. La foto de Teófila en los periódicos con la camiseta del Cádiz el día del regreso a Primera nos ha salido carísima a todos los gaditanos.

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