Ante la atonía generalizada de esta campaña electoral hoy me he detenido en reflexionar sobre algunos mensajes publicitarios enviados en los últimos días para pedir el voto.
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| Romaní a lo Clooney. Foto teleprensa.com |
Que los partidos nos pidan el voto es normal. Que lo hagan las instituciones en nombre de los partidos que las gobiernan resulta éticamente reprobable. Como comentábamos ayer, según Micaela Navarro la Diputación de Granada ha estado remitiendo cartas a dependientes con la advertencia de los riesgos de su prestación si ganaban el PSOE. Curioso porque el tema de los recortes lo estaba apurando el PSOE y no tanto el PP. Igualmente Ignacio Romaní denunció que la Oficina de Rehabilitación de la Junta en Cádiz envió correos a los arquitectos en tal sentido. A pesar de lo poco creíble que me parece el personaje, hay que referirlo. Es evidente que Romaní sabe de lo que habla porque el Ayuntamiento de Cádiz lleva varias legislaturas haciendo lo mismo ante las elecciones municipales: desayunos con la Tercera Edad, apertura de inscripciones para piscinas que no se abren y otras fórmulas más o menos refinadas de propaganda institucional. Una vergüenza, lo haga quien lo haga.
No conozco de nada a Ignacio García, pero el otro día me llegó una carta suya a mi casa. Evidentemente, era propaganda electoral con una foto suya y otra de Valderas que me reforzaron en mi convencimiento de que las fotos electorales son una subespecie muy complicado. Hace años padecí la imagen electoral de mi amigo Ramón Sánchez Heredia y, en este caso, la de Ignacio García no mejora aquella. No se sabe si tiene cara de asco, si lo cogieron eructando o, simplemente, tenía malos pensamientos en ese momento. También me llamó la atención que dos señores tan mayores me pidieran rebelión. El rejuvenecimiento de IU también está pendiente.
Cuando vi aquel eslogan del PA de Levanta la mano y palante, una neurona se me enchufó en la memoria. Esto lo he visto yo antes en algún sitio. Le estaba dando vueltas hasta que, por casualidad, llegué al país y al objeto de la frase. "Palante Comandante" es la frase que se ha utilizado en Venezuela para dar ánimos a Chávez (con "z" y no con "s" como diría una amigo mío) ante sus operaciones contra el cáncer en Cuba. De Pilar González al Comandante pasando por Caracas y La Habana. Ya se sabe, que La Habana es Cádiz con los mismos eslóganes.
En una entrevista con Martín de la Herrán leía que el candidato de UPyD calificaba la ideología de su partido como la ideología del siglo XXI. Teniendo en cuenta que Francis Fukuyama había previsto el fin de la Historia y que Daniel Bell predijo el fin de las ideologías, lo de UPyD es la consecuencia, la ideología cuando se han acabado las ideologías. Es decir, la no ideología. Así sí se explica que muchos estemos confundidos cuando oímos a los de UPyD. Sin ir más lejos, en el descanso del partido del Cádiz un anuncio con de la Herrán y la siempre presente Rosa Díez, ellos se calificaban de partido progresista. Es curioso, un partido centralista, que defiende la ilegalización de otros partidos, que pide la radicalización contra ETA aunque esto cueste no alcanzar el fin de la paz, que tiene la máxima fuerza en Madrid y Valencia,... y aún así se califica de progresista. Es decir, un partido progresista con prácticas conservadoras. Los primeros confundidos son ellos. Pero no es inocente, lo hacen para confundir a los votantes.
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