lunes, 14 de noviembre de 2011

DCgPA: Miedos

Diario de campaña general de un padre en apuros: Día 11

Entramos en la última semana de campaña y la sensación que deja todo este circo es que nos encomtramos ante una campaña de pesimismo. La campaña del miedo, podríamos llamarla. Con lo de Italia se ha cuadrado el círculo y hasta Rajoy tiene sus propios temores. En concreto a un gobierno de tecnócratas que lo mande a casa después de ocho años esperando. Los socialistas le tienen miedo al paro de tantos compañeros de partido. En IU el miedo es a volver a naufragar en la orilla. UPyD teme tanto el voto útil como los nacionalismos periféricos. El PNV tiene miedo a que los abertzales los superen. A Durán le da pavor una mayoría absoluta del PP... Cada uno tiene sus miedos y yo les voy a contar los míos.

Miedo a las encuestas
Mi miedo a las encuestas no se basa en los resultados de los mayoritarios. Si la gente quiere el advenimiento popular masivo, allá ellos. Además, basta con estar en la calle para darse cuenta de que la victoria será por goleada. Esperemos, al menos, que no alcancen los 210 de las mayorías cualificadas. Mi miedo se centra en la forma de hacer las encuestas y en la posición de los partidos minoritarios. El número de encuestados oscila entre los 9000 de El País y los 1500 de La Vanguardia. Repartir 350 diputados con 1500 entrevistas supone que cada 4 respuestas dan un representante. Muy pobre, desde mi punto de vista, para construir un sondeo, más allá de tendencias mayoritarias como la de que el PP va a arrasar. Las encuestas, por tanto, se convierten en un elemento más del bipartidismo.

Miedo a la democracia
En este caso, únicamente a la democracia representativa. Es cierto que los modelos de democracia directa han fracasado, pero el sistema de democracia representativa que llevamos se plantea como muy peligroso. Miren si no el ejemplo de Italia. El presidente de la República nombra a un candidato a presidente de Gobierno que es aceptado por los senadores y diputados. Desde el punto de vista de la democracia representativa, el pueblo ha participado en la elección dado que senadores y diputados fueron escogidos por el pueblo. Sin embargo, cuando se presentaron no existía esta eventualidad, nadie llevaba en su programa ni una línea sobre el apoyo a gobiernos de tecnócratas. Se trata de prostituir la representatividad, de travestir la democracia.


Miedo al empleo
Sí, le tengo miedo al empleo. No al mío, que lo tengo. Ni al de los 5 millones de parados (virtuales) que ojalá lo tuvieran. Lo que me produce temor es que este camino para reducir el paro conduzca a lo que conduce, un empeoramiento de las condiciones laborales, una pérdida de derechos adquiridos. Me da miedo esa frase de "por lo menos estás trabajando" que, para los parados se convierte en "o lo tomas o lo dejas". Lo de cargar contra los sindicatos, como hizo Teófila, es sólo el principio. Enseñar la patita como el lobo ante los cabritillos. Por eso, cuando oigo que van a acabar con el paro, me tiento la ropa porque no siempre las consecuencias son positivas para el conjunto de los ciudadanos. Empleo sí, pero digno y con derechos.

Miedo a la transparencia y la regeneración
Esencialmente cuando la transparencia y la regeneración la representa Rosa Díez en UPyD. Sus respuestas a la entrevista que le hizo El País  el viernes ronzarían el ridículo sino fuera porque las pronuncia una diputada que aspira a convertirse en adalid de los nuevos tiempos políticos, por lo que sólo cabe calificarlas de  indignantes. Ella habla de regeneración pero lleva 30 años en los cargos públicos. Eso sí, dice que la limitación de mandatos no se le aplica hasta ahora, porque hasta ahora no se ha aprobado. Sobre el aborto no dice nada porque, según parece, no es un tema que importe a los españoles. Importa mucho más la unidad de España que sólo gente como ella ven en peligro. Este UPyD sin ideología, que quiere resultar moderno y simpático, pero en el que cabe la derecha más rancia y ultranacionalista, -cuando no fascista como Sáez de Inestrillas- y todo basado en un personalismo exacerbado y exacerbante, sinceramente, me da miedo.   Mucho miedo.

La patochada del día: Pere Navarro
En este caso la patochada no es de palabra, sino de acto, que son pecados mucho peores. Pere Navarro, para quien no lo sepa, es alcalde de Terrassa. Del PSC, por cierto, los que no ponen en peligro las libertades democráticas. Bueno, según ellos, porque viendo cómo se comportó la Policía Local en el desalojo de los acampados en Terrassa, no se puede hablar de libertades sino de excesos y violencia policial. Está claro que el movimiento del 15M incomoda y no sólo al PP. Algunos, incluso, auguran que la represión contra este movimiento será muy dura cuando ganen los populares. Se olvidan de gente como Pere Navarro o la Delegada del Gobierno en Madrid.

No hay comentarios:

Publicar un comentario